Desde los primeros momentos en los que el Presidente Biden asumió la Presidencia introdujo acciones ejecutivas que demuestran su posición en materia inmigratoria de esta nueva administración, opuestas a las de la anterior.
Entre las primeras firmadas el mandatario, se encuentran:
- La interrupción de la financiación para la construcción del muro fronterizo de Trump.
- La cancelación de la prohibición de viajar dirigida principalmente a los países musulmanes
- La adopción de políticas progresivas en materia de medio ambiente, y diversidad, (las cuales fueron bloqueadas por la administración Trump)
El nuevo Presidente Biden también ha comenzado el proceso de reincorporación al acuerdo climático de París y deteniendo la salida de los Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud, donde el Dr. Anthony Fauci, experto y máximo referente en enfermedades infecciosas, dirigirá la delegación de los Estados Unidos.
Pocas horas después de que jurara, el Presidente ya estaba trabajando en el Oval Office, no sólo revocando una orden ejecutiva de Trump que atacó agresivamente a inmigrantes indocumentados para su detención, sino que también envió una propuesta de ley al Congreso que tiene como objetivo fundamental “restaurar la humanidad y los valores estadounidenses a nuestro sistema de inmigración”.
¿En qué consiste el plan de Inmigración del Presidente Biden?
Nombrado “Ley de ciudadanía de 2021”, el plan de Biden, en caso de convertirse en ley, será la reforma más amplia de la inmigración desde la administración de Reagan. Estas son algunas de sus disposiciones más destacadas:
Primero: Un proceso de ocho años para obtener la ciudadanía americana para los indocumentados. El proyecto de ley permitiría que los aproximadamente 10,5 millones de inmigrantes indocumentados que llegaron a los Estados Unidos antes de Enero de 2021, soliciten inmediatamente la condición jurídica temporal. Luego de transcurridos los 5 años de estatus temporal, y siempre que pasen los controles de antecedentes y paguen sus impuestos, podrán acceder a la residencia permanente o tarjeta verde (Green card), y después de otros tres años, a la ciudadanía.
Segundo: Reforma del sistema de inmigración basado en la familia y el empleo. El proyecto de ley promete facilitar la inmigración basada en la familia (que se limitaba drásticamente bajo la administración anterior), mediante el levantamiento de los retrasos, el aumento de las cuotas de visado por país y la eliminación de las denominadas barras de tres y diez años que prohíben el regreso de inmigrantes indocumentados que abandonan el país. Al mismo tiempo, el plan promete facilitar la inmigración y permanencia en el país a los trabajadores extranjeros altamente calificados.
¿Puede el plan de Biden tener éxito en el Congreso y convertirse en Ley?
El senador Charles Schumer de Nueva York, líder mayoritario, se ha comprometido a ocuparse de la propuesta de inmigración de Biden, llamándola “una de los asuntos más importantes que puede hacer un Congreso Democrático”. Esta promesa de sacar a los inmigrantes indocumentados de las sombras es una asignatura pendiente de los demócratas, que fracasó en diversas oportunidades, y finalmente murió en 2013 en la Cámara de Representantes controlada por el partido Republicano.
Ocho años después, el plan de Biden probablemente enfrentará una feroz oposición de los republicanos del Senado. Pocos problemas en la política contemporánea de los Estados Unidos son tan espinosos como la inmigración, y enfrentan a quienes creen en vivir a la altura de nuestra historia como una nación construida sobre la inmigración, contra personas que preferirían mantener la puerta menos abierta.
Veremos si con este cambio de aire en Washington DC se abrirá la posibilidad de que Estados Unidos vuelva a ser el país de inmigrantes que construyó esta República, reflejando la diversidad con el aporte cultural y económico que siempre caracterizó a este país.