Aunque los precios de la construcción siguen siendo convenientes por la devaluación del peso y se ven muchas obras en marcha en distintos puntos del pais, existe un creciente interés de parte de inversores locales en poner sus fichas en el exterior.
Tal vez por esa razón, en la expo Real Estate que se desarrolló en los últimos dos días, la oferta de desarrolladores foráneos, especialmente con emprendimientos en los Estados Unidos, fue más que nutrida. En ese marco, los “realtors” desplegaron un amplio abanico de proyectos para captar el interés de quienes buscan sacar una mejor tajada al negocio inmobiliario.
“Históricamente, Estados Unidos fue un polo de atracción para inversiones de toda la región y en particular de los argentinos”, explica Ariel Arrocha, director de Latam en USA.
En orden de importancia, según el directivo, los argentinos hacen en ese país en primer lugar, inversiones financieras, luego en bienes raíces y después en desarrollo e infraestructura.
En el caso la actividad inmobiliaria, “el argentino suele invertir cíclicamente en dos momentos: uno de bonanza, cuando hay un exceso de capital, y también en los momentos de crisis como resguardo de valor, como sucede en la actualidad”, dice.
Según el experto, en el sur de La Florida, cuatro de los 10 principales desarrolladores son argentinos. Ellos fueron en busca de “seguridad jurídica, estabilidad en cuanto a las ventas, tasas fijas y mejores rendimientos”, enumera. Eso sí, invierten en el mediano y largo plazo, aclara.
Las zonas donde se están haciendo mayor cantidad de emprendimientos fueron mutando, según el empresario: “Actualmente, no hay tanto en Nueva York, Miami, Los Angeles o San Francisco, donde las rentabilidades ya no son tan atractivas, sino que se están desarrollando lugares más marginales como Detroit, Cleveland o Filadelfia, donde la renta es mayor”.
En promedio, en EE.UU. la renta bruta es del 4,2% al 5,2%, según datos de la National Real Estate Association. En la Argentina, en cambio, si bien existen rendimientos más altos en algunas zonas del interior del país, en la Ciudad de Buenos Aires, esa rentabilidad no supera el 2,5 %.
Entre los desarrolladores con propuestas para el sur de La Florida, se alineó Related Group, la empresa que creó el empresario argentino Jorge Perez . Ahora su hijo Jon Paul mostró la información sobre sus proyectos en marcha: las torres de lujo Baccarat, NoMad, St. Regis y Casa Bella.
Según su experiencia, los argentinos son los terceros compradores internacionales latinos, después de México y Colombia.
También Gil Dezer, el constructor de las torres Trump, Armani y Porsche, se sumó al evento para potenciar la venta de otro edificio de lujo que está construyendo en sociedad con la prestigiosa marca de autos inglesa Bentley en la zona de Sunny Isles, en Miami.
Otros proyectos para inversión en residencias y renta a corto plazo exhibidos fueron Cipriani Residences Miami, Okan Park Tower, Aria Reserve Miami, Onda Residences y Vita at Grove Isle.
Según Carlos Rosso, arquitecto argentino que participó de la expo para impulsar la venta de una torre de 33 pisos en el norte de Miami denominada One Park Tower, esa ciudad “siempre fue un muy buen negocio: si mirás los precios en dólares en la Argentina comparados con los que había en los ‘90, están más que deprimidos. En cambio, de haberlos invertido en Miami habrían transitado el camino inverso”, comentó.
Hoy, el precio promedio de una vivienda en ese edificio, con tiendas de compras, restaurantes, zonas de esparcimiento y hasta una laguna, es de US$ 8.000 el m2.
Además de las propuestas sobre inversiones en los Estados Unidos, los stands también mostraron iniciativas en países más cercanos como Uruguay y Paraguay.
Cristian Arias, gerente de nuevos negocios de la desarrolladora paraguaya Hupi, observó: “Estamos recibiendo muchas visitas de inversores argentinos que están tratando de ver cómo funciona el mercado”, contó.
Esa firma, enfocada en el segmento de “primera vivienda” asegura que se pueden obtener rentabilidades del 7% al 12% anual en Asunción y alrededores. También un marco de “estabilidad macroeconómica” que contrasta con la volatilidad de la economía argentina, según el empresario.
Fuente: Natalia Muscatelli para Clarín.