En 2024, Estados Unidos se encuentra inmerso en un proceso electoral crucial, con las elecciones presidenciales programadas para noviembre. El actual presidente Biden, se postula para ser reelecto, lo que añade un elemento de continuidad o cambio en las expectativas económicas del país.
El panorama económico de Estados Unidos en este año electoral se presenta como un tema central y de gran relevancia, especialmente considerando el contexto político y social en el que se desarrollan los comicios.
Nuestra evaluación general de la economía de Estados Unidos es que en este momento los indicadores demuestran que la economía está en una situación sólida basada en los siguientes indicadores:
1. Tasa de Desempleo. 3.8%
2. Tasa de Inflación 3.2% anual
Se esperaba que la economía pudiera entrar en recesión debido al aumento de la tasa de interés que experimentamos. Durante los meses siguientes, se habló de la posibilidad de un “Soft Landing”, un término en inglés que se refiere a un aterrizaje suave. Sin embargo, no se ha producido una recesión y el aterrizaje ha sido totalmente suave.
Se espera para finales de este año que las tasas de interés empiecen a bajar y que esto contribuya a que se genere mayor actividad económica y que la economía siga creciendo. Con lo cual, las perspectivas económicas para el 2024 siguen siendo positivas.
Sectores con potencial de crecimiento
Históricamente, las elecciones en Estados Unidos han tenido un impacto marginal en la economía, que no depende exclusivamente de quién está en la Casa Blanca, sino principalmente de las oportunidades de crecimiento en nuevos sectores económicos.
En este sentido, el próximo sector de crecimiento potencial en la economía americana podría venir por el lado de inteligencia artificial donde Estados Unidos ha sido líder en producción de esa tecnología.
Otro sector donde el resultado de las elecciones y la ocupación de la Casa Blanca podrían influir es en el sector de la energía. Estados Unidos ha sido líder en la producción de diversas formas de energía y está respaldando el crecimiento del sector automotriz eléctrico. En este sentido, los partidos políticos muestran diferencias significativas y, dependiendo de quién sea el próximo presidente, se definirá el impulso hacia estos nuevos sistemas de producción de energía.
Por otro lado, el sector inmobiliario en Estados Unidos sigue creciendo. La perspectiva para este año respecto a que bajarán las tasas de intereses ayudará al sector. Con respecto a la demanda, tanto a nivel nacional como internacional el sector de bienes raíces sigue siendo de alto interés. Finalmente, hay un déficit habitacional importante donde la necesidad de construcción de viviendas nuevas va a ser prioridad para la próxima administración.
La existencia de una economía estable, con moneda estable; el hecho de que la moneda del mundo sigue siendo el dólar ayuda para atraer capitales de todo el mundo, no sólo de Latinoamérica. Además, la seguridad jurídica que provee en Estados Unidos da tranquilidad a cualquier inversor para poder hacer sus inversiones.
El tema desafiante para el inversor extranjero con un cambio de partido en la Casa Blanca podría ser el tema inmigratorio. Podría haber cambios en el sistema de inmigración en Estados Unidos que podrían afectar. Sin embargo, el capital siempre es bienvenido y la posibilidad de obtener visas de inversionistas con capitales no se cambiará.
Fuente: Leo Roth para Forbes