Muchos economistas e inversores tenían una narrativa clara para 2023: la Reserva Federal había pasado meses elevando rápidamente los costos de los préstamos en un intento por controlar la inflación, y se esperaba que esos movimientos ralentizaran tanto el crecimiento y el mercado laboral, que la economía estaría en riesgo de caer en una recesión. Sin embargo, las llamadas de recesión ahora se están reconsiderando.
Los empleadores agregaron más de medio millón de puestos de trabajo en enero y mas de trescientos mil en febrero. El mercado de la vivienda muestra signos de estabilización o incluso recuperación, y muchos economistas de Wall Street han reducido las probabilidades de una recesión este año. Después de meses de preguntarse si la Reserva Federal podría lograr un aterrizaje suave en el que la economía se desacelere pero no caiga en una recesión brutal, los analistas plantean la posibilidad de que no aterrice en absoluto, y que en cambio, el crecimiento simplemente se mantenga. Sin embargo la quiebra de dos bancos generó un nerviosismo de vuelta.
Si bien un aterrizaje suave sería muy bienvenido, los economistas comienzan a preguntarse si el crecimiento y el mercado laboral se calentarán demasiado como para que la inflación se desacelere tanto como esperan los banqueros centrales, lo que finalmente obligará a la Fed a responder de manera más agresiva.
Ariel Arrocha, Director de Latam en USA Argentina, compartió en Infobae cómo será el panorama económico en los Estados Unidos este año y qué ventajas pueden obtener los argentinos.